1 El perro es una criatura del hábito.
Lo ideal para el perro es que coma siempre en la misma época y mismo lugar, preferentemente en un lugar tranquilo. También los cambios bruscos de dieta deben evitarse, a menos que existan razones específicas relacionadas con el cambio del modo de vida o la aparición de enfermedades.
2 No hay bocados entre comidas en la dieta canina.
Las piezas de comida fuera del horario habitual crean en los perros malos hábitos, incitándolos a tomar más alimentos que los realmente necesarios; Esto predispone a los animales a correr riesgo de obesidad.
3 Atención a los huesos en la dieta del perro.
Debemos evitar dar al perro los huesos largos, que puede saltar y pueden causar lesiones en la boca y del esófago. Un hueso grande, que no pueden romper, (como el hueso de la rodilla) es un buen pasatiempo para el perro y fortalece y limpia los dientes. Son especialmente peligrosos los huesos de pollo y aves, dado que al romperse forman filos muy cortantes y afilados.
4 Nada dulce para el perro.
Aunque los perros son dulces, no es sana administración de dulces, pasteles y helados; el riesgo al que sufre principalmente es la caries dental. Caso especial el del chocolate que puede dañar altamente el sistema digestivo de los cachorros hasta producirles la muerte en algunos casos extremos.
5 Agua esencial para los perros.
El perro sufre más por la prolongada falta de agua que por un ayuno; al lado de la taza de la comida siempre va el agua. Debe ser suficiente para satisfacer las necesidades del perro, que varían en función de las condiciones ambientales y el tipo de comida dada, el agua debe ser transparente y a temperatura ambiente.