Pero, según dos científicos de la Universidad de Shanghai, habría una segunda explicación. Sagitario A es un túnel temporal creado un instante después del big bang y alrededor del cual luego entraría en nuestra galaxia.
De alguna manera, de hecho, si se tratara de un súper agujero negro (que según muchos investigadores sería capaz de realizar la misma función) no se convertiría pronto en “super masivo”. ¿Esta disputa seguirá siendo sólo teórica?
Ellos creen que es posible que el plasma que orbita alrededor de un agujero negro sea de diferente forma comparado al plasma que orbita alrededor de un agujero de gusano.
Han calculado la diferencia y creen que la próxima generación de telescopios interferométricos (tales como “gravedad”) serán capaces de determinar si Sagitario A pertenece a una o la otra categoría.
Según los investigadores en realidad puesto que la luz tiene una extrema dificultad para escapar de los campos gravitatorios de estos tipos de objetos, el plasma que rodea a este tipo de entidad aparece como «estriado» a nuestra observación. Los científicos fueron capaces de establecer a qué deben parecerse la dos diversas proyecciones. La observación hará el resto.
En unos pocos años sabremos entonces si el agujero de gusano dejará de ser un cliché de libros y películas de ciencia ficción para convertirse en una realidad.