Hoy podemos elegir entre un libro digital, o uno de papel, como todos sabemos, el digital con precios más baratos a causa de la ausencia de impresión. Las ventas se realizan en muchas ocasiones por medio de plataformas con este fin, mediante una web, que reducen costes, ya que podríamos decir que se parece más a una asociación de autores.
El IVA en libros digital sin embargo es altamente superior, lógicamente para no perjudicar al libro con soporte de papel y el sector de editoriales etc, ya que de lo contrario seguramente este sector lo tendría muy difícil a causa de los costes de impresión, fundamentalmente.
Debería de existir un punto de equilibrio, para que ambos modelos puedan coexistir,
La poesía que en muchos casos no ha disfrutado de la atención que podría merecerse, encuentra en los libros digitales, una ventana importante de difusión.
Son muchos los autores de poesía que podemos encontrar como Inma Chacón, Olvido García Valdés, Luís Alberto de Cuenca, entre otros.
Podemos encontrar en el libro digital una basta oferta de todo tipo de género literarios, y autores noveles y consolidados, que de otra manera seguramente, quedaría en el olvido, y a precios muy competitivos.
Por otra parte el libro de papel, es algo físico, que podemos tocar y puede formar parte de nuestra propia biblioteca, es la conservación de lo clásico, como algo que tiene un valor añadido aparte de la información que contiene. Por ello ambos modelos tienen sus espacios diferenciados, pero unidos por la difusión de la literatura y la cultura.