Aquella noche tras un monologo de 2 horas y un plato de garbanzos en el descanso se dispuso a realizar la actuación final, vestido de pomo de puerta hizo su entrada triunfal y tras contar el chiste asesino, empezó a reírse suavemente, el publico aplaudía y reía cada ver más fuerte y tras unos minutos él se dio cuenta que ya no podría parar de reír. ARTICULO CÓMICO | RISOTERAPIA
Lógicamente no podemos reproducir aquí el chiste pero cierta gente especula que era el chiste de los Garbanzos…